Novedades en la legislación del cannabis para uso medicinal
Son muchas las voces que desde hace tiempo, piden la legalización del cannabis para fines terapéuticos. En este sentido, el pasado mes de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó pasar el cannabis, de su posición cuarta de la lista a la primera, lo que significa que deja de considerarla como una sustancia peligrosa y sin ningún valor medicinal, a catalogarla como una sustancia con propiedades terapéuticas y sobre la que se debe tener un control menor.
Este cambio abrió un gran debate en Bruselas, donde el Parlamento Europeo aprobó una moción para reclamar el uso terapéutico del cannabis. Aunque esta moción no tiene valor legislativo, si inicia un proceso de estudio y valoración.
Lo que se pide a la Comisión y a las autoridades nacionales, es que trabajen para abordar todos los aspectos que conciernen a la investigación científica. Se necesita un trabajo conjunto de todos los Estados miembros para tratar reglamentos, legislaciones, aspectos financieros, culturales y sociales.
En este documento se solicitaba la independencia en la investigación, de manera que se garantice la objetividad y transparencia en el estudio científico, autorización y comercialización, evitando así abusos de estos compuestos.
Está claro que no será una tarea fácil y rápida, pues el cannabis está penalizado desde hace muchas décadas, y aunque se han sacado a la luz múltiples estudios acerca de sus beneficios ante ciertos síntomas y patologías, también se ha de eliminar el estigma social y cultural que radica en su consumo.
En el último barómetro del CIS, que preguntaba sobre legalizar el uso del cannabis para uso medicinal, la población española lo tiene claro, el 84% de la ciudadanía está a favor.
Ciudadanos, asociaciones, pacientes, familiares… piden que se estudie en serio, y que sean los profesionales médicos quienes tomen la decisión sobre el mejor tratamiento a seguir por sus pacientes.
Se están abriendo los ojos hacia el abanico de posibilidades que ofrece esta planta y no se puede obviar los resultados obtenidos hasta la fecha, que destacan el poder antiinflamatorio, analgésico, antioxidante o antidepresivo de algunos de los componentes del cannabis. Por ello es necesario un estudio científico profundo, serio e independiente.
Unas declaraciones a Europa Press, por parte de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), decían que habían datos científicamente comprobados de que algunos de sus principios (como el THC) son una ayuda para aliviar náuseas, dolores o problemas musculares, en aquellas personas afectadas de cáncer. Añaden además que, la asociación vela por el bienestar de las personas con esta enfermedad y, que son los oncólogos y la ciencia quienes debe validar las nuevas líneas de investigación en relación al uso medicinal del cannabis.
Aunque estos primeros pasos no contentan a todos, ya que no se hará un estudio para una legalización más amplia, que regule todos los usos y no exclusivamente los terapéuticos, si es un cambio en el pensamiento y en la intención de escuchar a la mayoría de voces.
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